Sin duda alguna el pensador más brillante que conoció la colonia fue Eugenio Espejo.
Lúcido, noble, inteligente, audaz, creativo y sobre todo humano.
Supo ganarse el respeto y hasta el miedo de sus adversarios por medio de su inteligencia y erudición.
Sus
ideas, muy de avanzada para la época fueron la chispa que encendió el
espíritu rebelde de la mayoritaria población mestiza de la colonia
ecuatoriana y que encontró eco, solo gracias a su determinación.
incursionó en la literatura, el periodismo, las leyes, a través de las cuales
defendía a los más desposeídos, fue enfermero de los pobres además de un
disciplinado investigador de enfermedades que azotaban a las colonias
americanas, lanzando sus reflexiones acerca de la viruela, donde ya
expresa visionariamente, que esta enfermedad era producida por un virus.
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